Lavanda

Qué es y para qué sirve la Lavanda

Orígenes y composición de la lavanda

Planta típica del paisaje mediterráneo, la lavanda o espliego es un arbusto perenne con flores de color morado en forma de espiga. De la treintena de variedades que existen, la más conocida es la Lavandula officinalis o Lavandula spica.

Su vistosidad e inconfundible aroma hacen de ella una planta ornamental por excelencia, aunque también posee numerosas y muy beneficiosas propiedades tanto en el ámbito medicinal como en el de la cosmética.

Originaria de la cuenca del Mediterráneo occidental, entre los países productores de lavanda destacan lugares tan distantes como Francia –principal productor–, España, Bulgaria, Argentina, Japón o la India.

Su nombre deriva del latín ‘lavar’ y hace referencia al uso originario de la lavanda, que no era otro que el de emplearla para los baños como si de un jabón se tratara. De hecho, esta situación no ha variado mucho en la actualidad, ya que está presente en la composición de numerosos productos de higiene.

Composición de la lavanda

El principal componente de la lavanda es el aceite esencial, muy rico en alcoholes terpénicos tales como el geraniol o el linalol que son, junto con otros de sus componentes, los responsables de su principal propiedad, que no es otra que la de tener un efecto calmante.

Otro elemento destacado de la lavanda son los taninos. Se trata de compuestos fenólicos que están presentes, por ejemplo, en las uvas (y por consiguiente en el vino), en bebidas como el café o el té o en frutas tales como la granada o la manzana.

Los taninos son astringentes y antiinflamatorios, pero si tienen una propiedad realmente conocida es la de ser unos potentes antioxidantes. Esto es, se trata de compuestos que protegen las células de nuestro organismo de la acción de los radicales libres. Su acción reduce notablemente los efectos de la vejez y disminuye el riesgo de padecer patologías degenerativas tales como cáncer o alzhéimer.

Cómo utilizar la Lavanda

La lavanda puede usarse de forma natural, mediante infusiones o tratamientos farmacéuticos. De este modo, puede aplicarse para una gran variedad de dolencias.

Tintura

En el formato de tintura se puede tomar una 1 cucharadita al día para combatir problemas como: el dolor de cabeza (jaquecas), estrés, depresión, entre otros.

Infusión

Las infusiones se pueden realizar de forma natural con la planta o mediante la compra de sobre de té de lavanda. De igual forma, ayuda a combatir el cansancio nervioso y contribuye a una mejor digestión.

Cosmética

Crema o gel para la salud de la piel. Esta planta posee propiedades antioxidantes que combaten los radicales libres. Esto ha llevado a formular tratamientos que son útiles para combatir el acné y otras afecciones de la piel.

Aceite esencial

Este es el formato más utilizado y versátil para aprovechar las propiedades medicinales de la lavanda. Algunas de sus utilidades en esta presentación son las siguientes:

  • Picaduras de insectos. Se debe añadir aproximadamente 10 gotas de aceite en 50ml de agua. Colocarlo en un envase como rociador para aliviar las zonas de mordeduras. También puede aliviar las quemaduras solares.
  • Dolores musculares. El aceite de lavanda sirve para dar masajes. Hay que aplicar 20 gotas de aceite lavanda en 10 ml en un aceite base. Colocar en la zona donde está la dolencia.